El Mercado de las brujas en La Paz

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El Mercado de las brujas en La Paz

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Bolivia en general y La Paz en particular poseen un aura algo místico en el imaginario de sus gentes. Todavía previve esa  mezcla de creencias ancestrales basadas en la Naturaleza y en la magia de los objetos junto con la Fe cristiana llevada desde los inicios de la conquista. En el país con mayor porcentaje de población indígena de Sudamérica la Pachamama, es decir, la Madre Tierra, tiene tanta o más importancia que otros conceptos adquiridos a través de las misiones evangelizadoras de siglos anteriores. Los rituales en busca de la fortuna, el amor o el trabajo tanto realizados por hechiceros como por gente de a pie requieren una serie de objetos o figuras escenciales para llevarlos a cabo. Y es precisamente el mercado paceño denominado «de las brujas» el más indicado para hacerse con los amuletos o recetas y así lograr ese afán por medios que se salen de toda racionalidad.

El Mercado de las Brujas es uno de los lugares con más sabor e intríngulis de la ciudad de La Paz. Da igual que se sea supersticioso, milagrero o incrédulo… no pasa desapercibido para nadie.

En La Paz estuve alojado en un hostal de calle Sagárnaga, eje principal que corta el curioso y original Mercado de las Brujas, el cual posee el máximo colorido y carácter en la estrecha Calle Linares. Y por razones obvias éste se convirtió en la primera visita a la ciudad.

En cada uno de los puestos o tiendecillas de este mercado, acompañando a las hermosas telas, figuras de artesanía o los clásicos charangos, el género dedicado a la magia y a la superchería se desborda en mesas o estantes. Amuletos para buscar fortuna, figuritas pequeñas de ranas (para el dinero), tortugas (para pretender una larga vida), cóndores (protección en los viajes), búhos (el Rey de la sabiduría) o pumas (para encontrar un nuevo empleo), cartas del tarot que allí mismo te pueden echar… son algunos de los elementos que nunca faltan en una tienda del Mercado de las brujas.

Aunque sin duda el producto estrella y que más boquiabiertos deja a los visitantes extranjeros es la ingente cantidad de fetos de llama dispuestos en cestos, colgados de cordeles o amontonados en las mesas. Los hay más grandes con todo su pelo y la mirada perdida por no llegar a haber vivido lo suficiente. Y los hay más pequeños, e incluso diminutos, prácticamente sin desarrollar unos cuerpecillos ahora rígidos.

Podría decir que hay miles de fetos de llama en este mercado. Y la cuestión que me preguntaba era, ¿por qué? ¿Qué tienen de especial estos animales no natos para formar parte de este macabro género? Y la respuesta la obtuve por parte de las señoras vendedoras que, muy amablemente, me explicaron estos porqués. Según creencias acestrales si se entierra un feto de llama bajo la tierra sobre la que se va a construir una vivienda, se augura fortuna para el nuevo hogar. Para esos casos se emplean a los más grandes. En cambio para implorar suerte en lo personal la tradición dice que se debe quemar un feto de llama con el añadido de estar mascando hojas de coca, por lo que se requieren los más pequeños.

Creencias milenarias, rituales aimaras o quechuas que desean contentar a la Pachamama… todo este baño de superstición y magia se convierte en la verdad no discutida de los ojos de estas mujeres. Todas con las que hablé quisieron dejar muy claro que no se mataba a una llama para sacarle al feto de su vientre sino que son parte de abortos naturales, de crías muertas a los pocos días o de hembras llevadas para sacrificar y que resultaban estar preñadas.

Pero en el Mercado de las brujas además de estas criaturas se pueden ver otras como sapos disecados o pelo de a saber qué animal. Aunque no tienen tanto éxito como los potingues y pócimas secretas que dicen aumentar la potencia sexual para ser un macho viril e irrefrenable, o aquellas que aseguran el sometimiento de la pareja sobre la que se tiene dudas en cuanto a amor o fidelidad. En realidad hay todo tipo de viagras naturales e incluso jabones con los que atraer al sexo opuesto de tal manera que se rendirán a tus pies.

Los diseños y mensajes de los envoltorios no tienen desperdicio alguno. Destacaría los siguientes, aunque me quedo corto porque eran cientos totalmente distintos:

+ Jabón Gozar
+ Enamorador Sígueme sígueme…
+ Jabón Ven a mí
+ Perfume 7 machos
+ Perfume Noches ardientes

Pero no todo es sexo o fetos de llama en el Mercado de las Brujas. Hay potingues con los que atraer clientela a tu negocio, con los que hacerte inmensamente rico o incluso fastidiar al peor de tus enemigos. Velas, inciensos, amuletos… nada falta en este Universo del Esoterismo y la Magia convertido en uno de los lugares más indiscutibles de La Paz.

Si queréis verlo un poco mejor y saber algo más de este rincón tan sumamente peculiar os propongo echar un vistazo al siguiente vídeo grabado estos días allí:

Vale la pena darse un paseo y formar parte por un rato del colorido e irrepetible Mercado de las brujas. A pocos metros al norte de San Francisco basta un poco de curiosidad para no perderse tan pintoresco lugar. Comprar o no comprar es algo totalmente secundario. Aunque quién podría resistirse a llevarse a su casa un feto de llama o el Jabón ven a mí…

Sele

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* En estos momentos me encuentro en la selva boliviana, a orillas del Río Yacuma (Reserva Nacional Santa Rosa), disfrutando de la exhuberancia y la vida de ese preludio amazónico. La Naturaleza es tan asombrosa que no faltan las especies animales exóticas que se dejan ver a orillas del río.
* Recuerda que puedes seguir todos los pasos de este viaje en MOCHILERO EN AMÉRICA

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